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La lírica renacentista se origina a partir de la tradición, que perpetúa temas y formas de la lírica medieval. Esta tradición se compone tanto de la lírica tradicional, oral y popular (villancicos, canciones de amor...) y la lírica no-escrita que transmitía el romancero, como la lírica culta y la lírica cortesana de raíz trovadoresca recogida en los cancioneros.

Esta poesía tradicional está ligada al empleo del verso corto, especialmente el octosílabo.

La corriente innovadora de raíz petrarquista y, por tanto, italianizante, que madurará gracias a Boscán y a Garcilaso. Esta corriente bebe en realidad de las mismas fuentes que la anterior: la lírica provenzal. Manejan por tanto una misma concepción del amor como servicio que dignifica al enamorado.

CARACTERÍSTICAS

  • En cuanto a la métrica utilizada, se adoptan versos (endecasílabo y heptasílabo), la rima utilizada es consonante ya que a partir de la última vocal acentuada, todos los sonidos coinciden. Las estrofas (lira, silva, octava real, tercetos encadenados, soneto) procedentes de Italia.

  • Asimismo, aparecen géneros característicos como la égloga (los protagonistas son pastores idealizados), la oda (para asuntos graves) o la epístola (poema en forma de carta).

 

  • La lengua en esta época está dominada por la naturalidad y la sencillez, huyendo de la afectación, del amaneramiento y de la frase rebuscada. Así el léxico y la sintaxis serán sencillos.

TEMAS

Los temas preferidos por la poesía renacentista son, fundamentalmente, el amor, concebido desde el punto de vista platónico; la naturaleza, como algo idílico (bucolismo); la mitología, utilizada como tema central o como ornamento para un asunto amoroso y la belleza femenina, siguiendo siempre un mismo ideal clásico. En relación con estos temas mencionados, existen varios tópicos renacentistas, tomados del mundo clásico algunos de ellos:

  • El Carpe Diem, cuya traducción sería "atrapa el día" o "aprovecha el momento". Con él se aconseja el disfrute de la vida antes de la llegada de la vejez.

  • La Descriptio puellae, descripción de la belleza ideal de la mujer.

  • El Beatus Ille o alabanza de la vida del campo, apartado de lo material, frente a la vida de la ciudad, con sus peligros e intrigas.

  • El Locus amoenus o descripción de una naturaleza perfecta e idílica.

  • La Aurea mediocritas, gusto y satisfacción por lo sencillo, lo que se posee... frente al deseo desmesurado de riquezas
     

IMITACIÓN Y ORIGINALIDAD 

El poeta renacentista se servía de los modelos de la Naturaleza, sobre esta base no ponía en duda la necesidad de imitar pues estos procedimientos se justificaban por proceder no de la reproducción de modelos, sino que del mismo espíritu que ha recogido otros pensamientos y se ha nutrido de ellos. Si lo ajeno, forzosamente disperso al ser múltiple, se vértebra y refunde en un organismo único, y si en este resplandece el espíritu del escritor, nadie podrá negarle el dictado de original.

POESÍA AMOROSA

En la poesía lírica de la primera mitad del siglo XVI, la crítica reconoce varias corrientes paralelas que confluyen en dos grandes líneas.

  • Tradicional: que perpetúa los temas y formas procedentes de la tradición medieval. Recoge tanto la lírica tradicional (villancicos, cancioncillas de amor, textos romanceriles, etc.) como las de la poesía de cancionero del siglo XV en su vertiente amorosa y didáctica moral. Ligada al uso de metros cortos, especialmente el verso octosílabo.

  • Italianizante: más innovadora, introduce en España modelos poéticos de inspiración petrarquista vigentes en la Italia del Renacimiento. Refleja el desarrollo de las innovaciones de Juan Boscán y Garcilaso, según el patrón de la lírica culta italiana de su tiempo. Ligada al empleo del endecasílabo, soneto y de diversas formas estróficas derivadas de la canción petrarquista.

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